El camino de la construcción pasiva nos guía cada vez más hacia el concepto de casa autónoma-inteligente y esto es así porque la automatización de los diversos servicios de la vivienda aumenta la eficiencia energética del edificio.
Cuando se construye un edificio residencial, aunque sea mediante construcción industrializada, la mayor parte de los elementos que lo constituyen se han diseñado y fabricado ad-hoc para ese proyecto. Pocos son los elementos estandarizados que se utilizan. Sería imposible imaginar un tejado estándar que tuviera que aplicarse a todas las viviendas, o un cuadro eléctrico prefabricado con las líneas y su distribución decididas de antemano antes del proyecto.
Sin embargo, la bomba de calor, probablemente uno de los sistemas que más complejidad entrañan de toda la vivienda, no será diseñada exprofeso para cada proyecto. Esto supone que la misma bomba de calor, producida en serie en una industria, debe ser capaz de adaptarse a todas las necesidades de todos los proyectos que puedan surgir.
Las bombas de calor AQUAREA de Panasonic están diseñadas para adaptarse al máximo a los diferentes patrones de uso que puedan requerirse en los múltiples tipos de vivienda en los que se puede aplicar, ya sean de paredes libres, adosadas o en edificios verticales multivivienda; estén climatizadas con suelo radiante/refrescante, Fan Coils, baterías de postratamiento, radiadores, climas, cálidos, templados, fríos, altas humedades, climas secos, etc.
Esta versatilidad radica en dos aspectos cruciales. El primero, los componentes de altas prestaciones: un compresor rotativo de doble etapa, una bomba hidráulica variable con una excelente relación presión-caudal, un caudalímetro de alta precisión y, por encima de todo, una electrónica con control “Inverter” tanto del compresor, como del ventilador, como de la bomba hidráulica. El segundo, una lógica de trabajo gobernada por un software de alta conformabilidad que permite diseñar hasta el último detalle el comportamiento deseado. AQUAREA ha trascendido el tradicional sistema de prioridades y la programación de supuestos discretos, aportando un entorno abiertamente moldeable que permite jugar con una gran cantidad de parámetros y así adaptar el comportamiento del equipo a las necesidades reales.