La Escuela infantil, Río Vena, en Burgos, es la primera en España en obtener la certificación Passivhaus. El centro, de titularidad pública, se extiende sobre una parcela de 1.994,45 m2 en la que hay una superficie construida de 772,48 m2.
El edificio, que fue promovido por el Ayuntamiento de Burgos, cuenta con las características propias de los edificios Passivhaus como es el trabajo con aislamientos y carpinterías de altas prestaciones, consideración de la inercia térmica, reducción y control de las infiltraciones de aire, ventilación mecánica controlada y, especialmente, en este edificio, un cuidado aprovechamiento de la radiación solar incidente, gracias a la inmejorable orientación del emplazamiento.
Todo ello ha propiciado un alto grado de confort térmico y acústico interior, la existencia de un aire de calidad excepcional, una calidad general en el proceso de construcción que garantiza una mayor vida útil del edificio y sus componentes, así como la reducción al mínimo del riesgo de aparición de infiltraciones indeseadas o humedades superficiales e intersticiales que puedan perjudicar las características del conjunto.
La estructura de madera contralaminada está a la vista siempre que hay posibilidad, complementada con elementos de carpintería que envuelven los espacios principales y las aulas. Carpinterías exteriores, mamparas, puertas abatibles y correderas se ejecutan en madera de abeto, abedul macizo y contrachapado de abedul, empleando discretos barnices. Además, se utilizan otros materiales cercanos y con una condición natural como pueden ser la cerámica, el linóleo o el corcho y, en el exterior, el edificio está ejecutado en SATE y aluminio.