¿Monolítica o microporosa?

El mundo de las láminas es extremadamente complejo y la elección de un producto en lugar de otro debe tener en cuenta muchos factores: el grado de impermeabilidad, la permeabilidad al vapor de agua, la estanqueidad al aire y al viento, la reacción al fuego, la capacidad reflectante, la opacidad, la resistencia mecánica y la resistencia a los rayos ultravioleta. Este último parámetro, en particular, suele subestimarse pero a la larga puede marcar la diferencia.

Resistencia a la radiación UV

La principal diferencia de rendimiento entre una capa funcional monolítica y una microporosa radica en la resistencia a los rayos UV. En el proceso de producción de las láminas monolíticas no se crean tensiones mecánicas ni térmicas y se utilizan polímeros más nobles. Por tanto, cuando una membrana monolítica se expone a la radiación UV, ésta es la única fuente de tensión para la película funcional y la degradación es menor.

En cambio, una película microporosa se fabrica a partir de polímeros hidrófobos y se hace permeable al vapor mediante procesamiento mecánico, lo que crea la microporosidad pero también hace que el material sea más vulnerable a la radiación UV. En cambio, en las películas monolíticas, la permeabilidad al vapor no se basa en el principio de capilaridad sino en la capacidad del polímero hidrófilo para establecer una interacción química con las moléculas de agua. Por tanto, el vapor se absorbe por un lado y se libera por el otro.

La resistencia a la radiación ultravioleta de las membranas monolíticas es por tanto generalmente superior, incluso del orden de dos veces a la de las membranas microporosas. Esto no significa, por supuesto, que las membranas monolíticas puedan exponerse indefinidamente a la radiación ultravioleta. En cualquier caso, será importante respetar las pautas de exposición máxima para no comprometer la durabilidad de la película funcional.

Elija ahora los revestimientos más adecuados: