Con la llegada del verano, mantener una temperatura interior confortable a veces puede ser un reto, sobre todo si tenemos además el objetivo de no disparar el consumo energético. Aquí es donde la automatización de los elementos de protección solar y la climatización cobra especial relevancia.
Contar con persianas, toldos, pérgolas o cortinas automatizadas permite evitar el sobrecalentamiento interior durante las horas de mayor incidencia solar. De forma autónoma, el sistema detecta cuándo y cómo deben posicionarse estos elementos para sombrear adecuadamente, reduciendo la ganancia térmica y, en consecuencia, la necesidad de recurrir al aire acondicionado.
Pero si aun así es necesario activar sistemas activos de refrigeración, también pueden ser gestionados de forma inteligente. Por ejemplo, priorizando su funcionamiento cuando hay producción solar disponible, activándolos cuando las tarifas eléctricas son más económicas (en el caso de disponer de tarifas dinámicas) o adaptando su uso en función de la presencia en la vivienda o edificio. Si una ventana se abre, el sistema puede pausar temporalmente la climatización; si no hay nadie en casa, puede reducir la temperatura o apagarla completamente hasta detectar presencia nuevamente.
Además, combinar esta automatización con el sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor (VMC) permite aprovechar las condiciones exteriores favorables. Si la temperatura exterior lo permite, se activa automáticamente la ventilación para refrescar el interior de forma pasiva, reduciendo aún más la necesidad de refrigeración activa.
La automatización inteligente es una aliada clave para mantener el confort térmico en viviendas y edificios Passivhaus, minimizando el uso de energía sin renunciar al bienestar.
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